lunes, 29 de febrero de 2016

La butaca: "Ave César"

Y bien, la he dejado para el final no porque no me gustara sino porque los hermanos Coen merecen una reflexión un poco más sosegada. Muchos tenemos claro que estos dos son unos auténticos genios y que nos han regalado películas auténticamente maravillosas. Para mí son un poco como Woody Allen, genial casi siempre y el resto, bueno.

Pues bien, creo que "Ave Cesar" es de las buenas pero no de las geniales. En esta ocasión, Joel y Ethan Coen han recreado el Hollywood de los años 50, con sus megaestrellas excéntricas y sus directores encumbrados. La trama se centra en el personaje de Josh Brolin que interpreta a Eddie Mannix, jefe de producción de Capitol Studios y niñera, policía, investigador privado... o lo que se tercie, para procurar que ninguna de las muchas producciones en marcha en el estudio tenga el más mínimo problema.

Con un elenco de auténticas estrellas, pero de las de ahora, los Coen han creado una hilarante comedia ambientada en los momentos de la caza de brujas liderada por el senador McCarthy. Como eje de la trama, el secuestro del actor principal de la producción más importante de ese año a manos de un grupo de guionistas comunistas y despechados por Hollywood. Este hecho da entrada al personaje de Brolin que, como el auténtico redentor, se desvive empeñando su vida entera porque todo lo que acontece no afecte lo más mínimo al trabajo al que ha entregado su existencia, el cine.

Así, del confesionario al trabajo y del trabajo al confesionario, este jefe de producción se encarga de organizar no solo las producciones sino las vidas de los actores y directores contratados por Capitol Studios. Desde intentar organizar la boda de una actriz soltera embarazada hasta, cuando este plan fracasa, organizar una autoadopción; recuperar al actor mujeriego y juerguista desaparecido que, en este caso, ha sido secuestrado; cubrir la huida a la URSS por parte de uno de los actores del estudio, cerebro del secuestro, etc. La vida de Mannix es un auténtico "vía crucis" que él realiza con la naturalidad y seguridad del auténtico creyente, sin atisbo de duda, incluso cuando está siendo tentado para abandonar ese mundo y entregarse a una vida mucho más fácil.

Estos vaivenes son dirigidos por los Coen con el buen hacer que los caracteriza, cuidando los detalles al máximo, desde la banda sonora, a cargo de Carter Burwell, hasta la fotografía, de Roger Deakins, y como siempre haciéndolo a su manera, como "les enfants terribles" que siempre han sido y seguirán siendo Joel y Ethan.

Hasta la próxima.

La butaca: "Deadpool"

Bueno, debo decir que "Deadpool" ha sido una concesión, pero cuando una queda para ir al cine no siempre puede elegir y salirse con la suya, así que a veces debemos ver películas que nosotras no hubiéramos elegido... Pero, en ocasiones cambiar de aires y dejarse llevar no está tan mal.

¿Qué decir de "Deadpool"? Pues bien, claramente es una película que se ha realizado con el objetivo de provocar y de reírse de sí misma. Ambientada en el mundo de los superhéroes pretende presentarnos precisamente al antihéroe, gamberro y canalla donde los haya. 

Empezando porque Wade Wilson es un mercenario que se dedica a ayudar a la gente que tiene problemas, por dinero, es verdad, y terminando porque cuando adquiere sus superpoderes huye de la responsabilidad que éstos le imponen y se deja guiar única y exclusivamente por sus intereses personales, todo lo que hace, absolutamente todo, lo hace por amor... Con lo que ¿estamos ante un antihéroe o no? Decididlo vosotros. Porque como el propio protagonista nos deja claro, esta no es una película de superhéroes, esto es una historia de amor, del amor entre Wade Wilson (Deadpool) y Vanessa.

Deadpool es, sin ninguna duda, el más irreverente, descarado y malhablado de los héroes de Marvel y Tim Miller ha decidido recoger este montón de basura y llevarlo a la pantalla convirtiéndolo en una auténtica sensación.

Empezando con sus créditos iniciales que no son para nada convencionales y en los que se refiere a él mismo como "paquete sobrevalorado" y siguiendo por el desarrollo de la acción. En un guión circular y con la escena inicial sirviendo de fondo a los créditos, "Deadpool" relata el nacimiento de este antihéroe y el origen de sus poderes.

De forma transgresora se dirige a los espectadores en todo momento, rompiendo la cuarta pared, y haciendo que la sala al completo interactúe con el protagonista, obligando al espectador a participar de la trama a cada paso de ésta. 

Con un humor sucio y en un lenguaje no apto para todos los públicos, "Deadpool" no será seguramente una gran película pero es, desde luego, una película que nos hará soltar más de una carcajada y que permitirá que los 106 minutos de su metraje se nos pasen volando.

Por supuesto, hablando de películas de superhéroes no podemos olvidar los efectos visuales y la fotografía que son realmente buenas y que contribuyen a hacer bastante creíbles hasta los momentos más escatológicos del film que, desde luego, los hay.

Así que sí, resulta que "Deadpool" es una opción digna si lo que buscamos es un rato de entretenimiento y una carcajada fácil aliñada por la Marvel.

Nos vemos.

domingo, 28 de febrero de 2016

La butaca: "Fin de semana de cine..."

El fin de semana pasado una garganta irritada y una tos que no le deseo ni a mi peor enemigo me dejaron encerrada en casa. Pero como al mal tiempo hay que intentar ponerle buena cara, me dediqué a ver películas como si no hubiera un mañana. Y hubo de todo: drama, comedia y mucha animación…

A ver, haciendo recuento vi “Blue Jasmine”, de Woody Allen, “Sicario” de Denis Villeneuve, “Viaje a Sils Maria” de Olivier Assayas, “Un día perfecto” de Fernando León de Aranoa y "Una pistola en cada mano" de Cesc Gay, flamante ganador del Goya este año… En el apartado de animación, me entretuve viendo “Del Revés” de Pete Docter y Ronnie del Carmen, “Aviones” Klay Hall, “El viaje de Arlo” de Peter Sohn, “Atrapa la bandera” de Enrique Gato y “Epic: El mundo secreto” de Chris Wedge.

Bueno, como veréis fue un fin de semana de lo más productivo en cuanto a cine se refiere, pero lo cierto es que no hice otra cosa. Arrebujada en la manta y dándole vueltas al sofá, vi cine mañana, tarde y noche... Es verdad que alguna ya la había visto pero, la mayoría, era la primera vez que pasaban por mi retina... Lo que me recordó que tengo una deuda enorme con el cine de los últimos diez años.

A lo que iba, de todas las que vi, hubo cuatro que me gustaron especialmente. La primera “Sicario”, que se estrenó a finales del pasado año, me pareció que, sin ningún artificio pone en el punto de mira a los cárteles de la droga mexicanos y como se combaten de forma muy poco ortodoxa por parte de los EEUU. Su director trata este tema con la dosis justa de sordidez y distancia, haciendo un trabajo excelente. Por otra parte, la interpretación es de lo más creíble poniendo, por momentos, la piel de gallina. 

Por su parte, “Un día perfecto”, en la que también trabaja Benicio del Toro, nos sitúa en un escenario igual de escalofriante que la primera, aunque sea bien distinto. En esta película se trata el trabajo de los cooperantes en zonas de conflicto y las dificultades con las que se encuentran, que no son pocas, dejando ver hasta qué punto puede llegar a ser frustrante desempeñar su trabajo, pero todo ello con un toque de humor, que se refleja principalmente en el propio carácter de los protagonistas.

El cine español lo protagonizó "Una pistola en cada mano". Y es que esta película coral, dirigida por Cesc Gay e interpretada por muchos de los mejores actores y actrices que tenemos en este país, es una especie de "vidas cruzadas", magistralmente retratadas en breves minutos, que nos transmiten realidades tan cercanas que no podemos por menos de empatizar con cada una de las situaciones que allí se nos regalan.

Por último, me gustó especialmente “Del revés”. Una producción de Disney y Pixar que se adentra en los confines del cerebro de una niña desde su nacimiento y que refleja de forma bastante original cómo se desmontan todas las conexiones neuronales cuando se adentra en su pre adolescencia. Divertida y, como todo lo que hace Pixar realizada de forma excelente, es una película inteligente y muy entretenida, no en vano está nominada a los Oscar de este año.

Claro, no se puede hablar de más de diez películas en una sola entrada, con lo que he resumido lo que he podido pero no quiero quedarme sin decir alguna cosa más, así un poco en tormenta de ideas. Me quedo, especialmente, con la interpretación de "Tim Robbins" en "Un día perfecto", con la "Ricardo Darín" y "Luis Tosar" en "Una pistola en cada mano", con la de "Cate Blanchett" en "Blue Jasmine" y con la de "Emily Blunt" en "Sicario". De "Benicio del Toro" no digo nada porque da igual el papel que haga, siempre está magnífico.

Para acabar, también me gustó bastante "Epic: El mundo secreto", una reivindicación ecológica animada bastante tierna...

Así que como veis, un fin de semana en el que una se encuentra fatal y que tiene que cambiar de planes por la vía del jarabe puede ser, también, un estupendo fin de semana.

Nos vemos.

La butaca: "Brooklyn"

Este fin de semana me he comportado como una auténtica cinéfila y, acompañada de mi amigo Emilio, he hecho sesiones doble de cine... así que la cosa ha cundido y he visto tres nuevas películas de todo género y condición: "Deadpool", "Ave César" y "Brooklyn". 

Voy a empezar con la que me ha resultado más placentera y confortable, enseguida entenderéis porqué, y que se estrenó el pasado viernes, 26 de febrero. Me refiero a "Brooklyn", nominada al Oscar a mejor película, y que retrata el drama de la emigración irlandesa a EE.UU. en la década de los 50 del pasado siglo. Aún así, la película no puede ser considerada un drama ya que se acerca a este momento de la historia de una forma bastante dulce, no dejando traslucir lo que realmente pudo significar para muchas familias irlandesas y convirtiéndose, más bien, en una película romántica.

A pesar de su contexto, en "Brooklyn" se han obviado claras oportunidades de transmitir mucho más, de ofrecer una historia mucho más compleja e interesante, generando mayores contradicciones y se han conformado con el virtuosismo en la realización, innegable, con un guión que transcurre plácido y predecible y con una música que, personalmente, me ha parecido encantadora.

Dirigida por John Crowley, con guión de Nick Hornby, nominado al Oscar, y con música de Michael Brook, "Brooklyn" transcurre de forma agradable y pausada, transmitiendo en muchos momentos ese estado de ánimo irlandés, melancólico y un poco gris, de forma admirable y que contrasta fuertemente con el Nueva York de los 50.

Centrándose en la vida de una joven a la que su hermana ayuda a emigrar ante la falta de futuro en su Irlanda natal, "Brooklyn" nos muestra el gran contraste entre una sociedad y otra, la apertura y modernidad americanas frente al mundo cerrado y pueblerino de Irlanda, asfixiante para quien vive en él y, mucho más, para aquellos que han podido abandonarlo y por circunstancias deben volver.

Es, tal vez, ese momento el único que deja traslucir una cierta complejidad en la trama de la película con las dudas de la protagonista y la situación que le obliga a elegir entre dos vidas, la recién estrenada en "Brooklyn" o la recuperada, por circunstancias dramáticas, cuando regresa a Irlanda que, finalmente, se resuelve de forma bastante predecible.

En conjunto, pues, "Brooklyn" es esa bonita película que vemos agradablemente reclinados en nuestra butaca, pero que no nos plantea ningún tipo de contradicción, que no aporta nada salvo una perfecta interpretación, resaltamos a la nominada al Oscar, Saoirse Ronan, y una pulcra dirección que, dicho sea de paso, tiene su mérito, es verdad... solo que nos deja con ganas de más o, por lo menos, a mí.

viernes, 26 de febrero de 2016

Mi pequeño paraíso: "Nandina"

Bueno, hoy os voy a hablar de un arbusto que me encanta, la “Nandina doméstica” o “Bambú sagrado”, como también se le conoce.

Este arbusto procede de China y Japón, de ahí su nombre y también su aparencia, de hojas verdes y ligeras que se vuelven rojizas en el otoño y nos recuerdan poderosamente al bambú. La nandina pertenece a la familia de las “Berberidaceae” y, como la abelia, es perennifolia o semiperennifolia, de porte no muy grande, no suele superar los dos metros de alto y el metro de envergadura. Además, para añadir encanto presenta unas florecillas blancas y de pequeño tamaño que dan paso, en el otoño, a unas llamativas bayas rojas que permanecen en el arbusto hasta la primavera. Como suponéis es, por tanto, un arbusto muy decorativo.
 
En cuanto a su cultivo puede realizarse en tierra y en maceta y es resistente a las heladas, si no son muy rigurosas. No le gusta demasiado el sol, con lo que deberemos buscar una ubicación de semisombra o sombra, si vivimos en zonas calurosas, para que se desarrolle en todo su esplendor. En relación con la poda, debo decir que este arbusto no precisa de ella, su crecimiento es lento y se desarrolla de forma arbustiva desde la base dando un aspecto algo desaliñado pero muy bello, aunque si queremos controlar un poco su forma una ligera poda a finales del invierno sería lo indicado.

Hablando de suelo, la nandina lo prefiere fértil y suelto, bien drenado. En mi caso, teniendo en cuenta la zona en la que vivo, he tenido que adaptar un poco el suelo y tener un cuidado especial hasta que he conseguido que agarre como es debido y empiece a desarrollarse. En estos momentos, mi nandina goza de una excelente salud y aparece radiante.

Debéis tener en cuenta, también, que cuando queráis ir a comprar vuestro arbusto os parecerá un poco caro, esto es debido a que el crecimiento de la nandina es bastante lento y conseguir un ejemplar para venta es un proceso de años. Así que, ya sabéis, deberéis tener paciencia y darle tiempo para que se desarrolle, os aseguro que vale la pena.

Otra particularidad de la nandina que es, además, una ventaja es que resulta bastante resistente a las plagas.

En general, debemos decir que el cultivo de la nandina es sencillo, siempre y cuando respetemos sus necesidades claro, y que nos veremos recompensados con creces cuando se desarrolle en nuestro jardín o terraza.

Nos vemos.

lunes, 22 de febrero de 2016

BSO: "De camino al Oscar"

Que la maquinaria de Hollywood es impresionante todos lo sabemos y que cuando se acerca finales de febrero su engranaje funciona a todo ritmo, también. 

El próximo día 28 tendrá lugar la ceremonia de entrega de los Oscar y Hollywood mostrará todo su glamour para asombrar al mundo. Entre las categorías en competición hay una que me llama especialmente la atención desde siempre, la elección de la mejor banda sonora.

Hace unos días, hablando sobre gustos musicales y cómo evolucionan a lo largo de la vida, un amigo me preguntaba en qué momento musical me encontraba... No es una pregunta fácil, desde los 20 años me he movido entre las músicas alternativas, ésas con las que Ramón Trecet nos deleitaba en su programa de Radio 3, "Diálogos"... Lo que sí ha sido una constante musical para mí han sido las bandas sonoras desde aquella primera que me cautivó, allá por el año 1993, "The Piano" de Michael Nyman, aquella música y aquella película supusieron para mí un antes y un después...

Y por eso seguramente sigo con especial interés las nominaciones a los Oscar en esa categoría porque, generalmente, son auténticas obras maestras aunque, como siempre, a veces lo comercial prima sobre lo artístico.

Entre las nominadas para este año no podía faltar "Star Wars: El despertar de la fuerza" del veterano John Williams, por supuesto, y tampoco el maestro Morricone, con "Los odiosos ocho". También tenemos a Thomas Newman, otro veterano del género, con "El puente de los espías", a Carter Burwell con "Carol" y a Jóhann Jóhannsson con "Sicario".

Debo decir que John Williams, maestro y virtuoso donde los haya, ha compuesto una banda sonora digna de su genio para la séptima película de Star Wars, aún así no es mi favorita. Sus temas musicales encajan a la perfección con el resto de la saga y ha sabido ser original aunque por momentos recordemos los míticos temas que han compuesto a lo largo de los años las anteriores entregas del universo star wars, aún así otra banda sonora ha conquistado mi corazón en esta edición.

Ennio Morricone ha realizado un fantástico trabajo para Tarantino, que ha recibido un merecido reconocimiento en los Globos de Oro. Como siempre, el aclamado maestro ha desarrollado con acierto una banda sonora que nos envuelve y nos lleva paso a paso a lo largo de la película. Ahora bien, no he disfrutado tanto de su música fuera del contexto cinematográfico lo que, para mí, le resta encanto. 

La banda sonora de "Sicario" se integra de forma perfecta en la película, tanto que casi pasa inadvertida pero contribuyendo a esa inquietud que transmite todo el film. Es esa misma virtud la que le resta brillo cuando nos detenemos a escucharla. Me parece además que no es el mejor trabajo de este compositor nórdico, galardonado con el Globo de Oro en la edición de 2014 por su trabajo en "La teoría del todo".

Thomas Newman ha realizado, también, un trabajo solvente para Spielberg. La banda sonora de "El puente de los espías" transcurre, como la película, en un hilo continuo de buen hacer y es, por supuesto, una digna competidora para el galardón, como todas las demás, dicho sea de paso.

Ahora bien, para mí, sin lugar a dudas, la banda sonora merecedora del Oscar es la que Carter Burwell ha compuesto para "Carol". Más allá de que "Carol" sea, o no, la película del año, como algunos la han calificado, su banda sonora es auténticamente magistral.

Cada uno de los temas se adapta a la perfección al transcurrir del metraje y su audición resulta encantadora en cualquier momento y situación, convirtiéndola es la más versátil de las BSO's que se presentan a concurso.

Así que esta es mi apuesta, veremos a ver si acierto... Ya sabemos que hay muchas cosas que influyen en la decisión de los jurados de los grandes premios pero, a veces, también nos sorprenden sus decisiones... solo queda esperar.

Hasta la próxima.


martes, 16 de febrero de 2016

Flash: "Un paseo por los 60..."

Bueno, sé que dije que aquí cabía de todo pero, a lo mejor, se me está yendo de las manos... De vez en cuando, no todos los días, por supuesto, me gusta hacer alguna foto y subirla a instagram, editándola un poquito, claro. No soy una experta en el tema ni mucho menos, pero me llama la atención.

Así que aquí os dejo mi particular interpretación de la C/ Rafael Calvo, de Madrid: "Un paseo por los 60..."
Nos vemos.

lunes, 15 de febrero de 2016

La butaca: "Carol"

Creo que la de ayer fue una de las películas más bellas que he visto en los últimos tiempos, no solo porque esté realizada con la más sutil de las delicadezas y el tempo perfecto en cada escena, sino porque la interpretación de Cate Blanchett es absolutamente sublime, tal vez, la mejor de su carrera. Su pose, sus palabras, el tono de su voz, la forma de moverse, todo en ella es sencillamente impecable. La actriz ha sabido crear un personaje sofisticado y a la vez sincero y sensible que encuentra en Therese la inocencia y dulzura de la juventud. Por supuesto, Roony Mara ha plasmado esas cualidades magníficamente en su personaje.

Así, ambas actrices han sido merecidamente nominadas al Oscar. Cate Blanchett por el papel de Carol en el que, francamente, creo está a la altura de la nominación y del premio y Roony Mara, como Therese, dando el contrapunto perfecto y creando un tándem que, por sí solo, da sentido a la película.

 
Pero “Carol” no es solo la interpretación de sus dos protagonistas, es mucho más, es la historia de dos mujeres que se rebelan, desobedecen las normas preestablecidas y deciden ser, por encima de todo, ellas mismas. Ambas son valientes, inteligentes y apasionadas y, aunque el corsé de la sociedad americana de los 50 pretenda anularlas y convertirlas en las típicas mujeres americanas con cinturas esbeltísimas y trajes perfectos, bellas e inalcanzables, destinadas a ser un bonito adorno junto a su marido, saben romper con esa imposición y ser libres para vivir su amor.

Esta elección supondrá para ambas renuncia e, incluso, vergüenza al tener que enfrentarse, en el caso Carol, a acusaciones sobre su dudosa moralidad. Aún así, la entereza y el valor con las que afrontará los retos a los que parece empujarla el destino es, sencillamente, perturbador.

Creo que Todd Haynes, el director de la película, ha sabido lidiar con estas dos actrices en "estado de gloria" creando una ambientación perfecta, manejando con virtuosismo la contención en cada escena, dirigiendo esos juegos de miradas y gestos que convierten a "Carol" en una auténtica joya. Por supuesto, tanto la fotografía de Edward Lachman, como la banda sonora creada por Carter Burwell, ambas candidatas al Oscar, han ayudado a que el director haya realizado una película redonda en la que nada sobra y todo nos envuelve y nos obliga a entrar en ese mundo. 

Como ya os decía en entradas anteriores, hay películas que ves desde la distancia y otras en las que te sumerges por completo, "Carol" es de las últimas. Es, por tanto, una película que vives en tu propia piel con momentos que emocionan hasta lo imposible haciendo derramar lágrimas de pura comprensión y empatía. Una película que queda grabada en la retina y en el corazón y que te hace salir del cine con una sensación de plenitud maravillosa. Optimista a pesar de las circunstancias y, sobre todo, liberadora.

Nos vemos.



sábado, 13 de febrero de 2016

Mi pequeño paraíso: "Abelia"

Hay veces que nos empeñamos en plantar especies en nuestro jardín que para nada se dan en función del suelo y las condiciones climáticas, nos gustan y lo intentamos una y otra vez hasta que, después de muchos disgustos, entendemos que simplemente no puede ser.

Pues bien, esto es algo que creo nunca pasa con la abelia. La “abelia x grandiflora” de la familia de las Caprifoliaceae, es uno de esos arbustos agradecidos que lo aguanta casi todo y que, además, nos aporta belleza y alegría al jardín. Es un arbusto de pequeñas hojas, de ramas arqueadas y un porte mediano, en todas sus variedades. Sus hojas son semicaducas con lo que nunca se queda completamente limpio de follaje.

Según sus variedades varían sus hojas y sus flores. En mi caso, tengo plantadas en el jardín 3 variedades. 

La variedad “sherwood” que tiene unas preciosas flores rosáceas con forma de campanilla y que, además, es muy florífero, no suele superar el 1.20 de altura y sus ramas caen en cascada con lo que es muy decorativo.
 
La variedad “confetti” con sus hojas variegadas y sus flores blancas, muy tupido en su follaje y de porte un poco más pequeño que el anterior. Ubicado entre otras plantas más verdes, da un toque de color con el blanco de sus hojas y sus flores y queda francamente bien, la verdad.

Por último, la abelia “edward goucher”, la más común de las abelias, con sus pequeñas flores blancas y sus hojas que se ponen rojizas en el invierno, también semiperenne con lo que cuando llega el frío deja ver un poco más sus ramas. Su porte también supera el metro, pero nunca es demasiado grande y, como pasa con esta especie, admite bien la poda con lo que podemos adaptar su forma a las necesidades de nuestro jardín.

En cuanto a cuidados, la abelia es bastante poco exigente. Le gusta el agua, sobre todo en verano, pero tampoco es de las plantas que acusen más su falta; es bueno abonarlas en primavera y otoño con abono orgánico; en cuanto a las necesidades de luz, la verdad es que cualquier ubicación es buena, cuando tiene más sol florece más, pero en ubicaciones de semisombra también florecerá, con lo que podéis ponerla casi en cualquier sitio.

Además, la floración de la abelia dura bastantes meses, suele empezar en la primavera y florecer hasta bastante avanzado el otoño. Las podas debéis realizarlas después de la floración, así conseguiréis que florezca abundantemente en la próxima temporada.

Como podéis ver, la abelia es una de esas plantas que siempre debe tener un hueco en nuestro jardín, lo resiste casi todo, se adapta bien al frío y nos acompaña durante todo el año. Es, además, bastante resistente a las plagas y enfermedades. Y, por último, también puede cultivarse en maceta sin ningún problema.

¿A qué estáis esperando para poner una abelia en vuestra vida?

Nos vemos pronto.

jueves, 11 de febrero de 2016

La butaca: "La gran apuesta"

¿Qué decir de "La gran apuesta"? Bueno, más allá de esa sensación de sentirte idiota, totalmente estafada y utilizada por este sistema que nos han impuesto y del que parece "imposible" escapar, debo decir que la película me ha encantado.

En primer lugar, su director, Adam McKay, ha creado una película de factura impecable, en forma de "documento", "magazine", o como quiera llamársele, con esas incursiones explicativas de los personajes que la convierten en una "joya didáctica" y que nos acercan a la trama de forma genial. Ha convertido lo que podía ser un auténtico muermo económico, con toda la complejidad que eso implica, en un drama trepidante, no exento de humor, que no te permite despistarte ni un momento y que, de forma sencilla, explica la enorme crisis que se destapó en 2008 y que, a día de hoy, seguimos padeciendo.

Con un elenco de actores magistrales como Christian Bale, sencillamente sublime en esta película, Steve Carell, totalmente entrañable, Ryan Gosling, sin palabras como siempre, y Brad Pitt, ¿qué decir? y unos secundarios, entre los que destaca Jeremy Strong, que nos absorben introduciéndonos en la trama, haciéndonos vivirla como protagonistas reales de ella.


Ya os dije en una entrada que para mí las películas se clasificaban en dos grandes grupos: aquellas en las que entras y aquellas que ves desde la barrera. Pues bien, contra todo pronóstico, por lo árido del tema, "La gran apuesta" es de las primeras. Una vez que empiezas a verla, te atrapa y no hay forma de salir.

También me llamó mucho la atención lo escueto de la banda sonora, solo 38' musicales repartidos en escenas muy concretas en una película de 130'. Esa forma de exponer las interpretaciones "a pelo" sin un fondo musical que las acompañe se me hizo muy presente y me pareció un acierto.

Como podéis ver, la película me gustó y mucho, pero ya no solo como ejercicio de buen cine, sino como auténtica clase magistral de economía a nivel usuario y como denuncia de lo que el sistema capitalista supone de amenaza para todas aquellas personas que no tenemos una gran fortuna y que dependemos de un modesto salario para vivir.

Nos vemos pronto.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Mi pequeño paraíso: "Encinas centenarias o casi..."

Aquí de nuevo, para hablar sobre jardinería. La de hoy es una bonita entrada porque os voy a hablar de una especie de árbol muy mediterránea, muy nuestra, que crece de forma silvestre en muchos bosques de la península, en zonas donde el clima es mediterráneo porque en las zonas de clima atlántico u oceánico se dan otras especies como el roble. Me estoy refiriendo a la encina, "Quercus Ilex" que pertenece a la familia de las fagáceas, típica del bosque mediterráneo. Es un árbol de hoja perenne, gran porte y muy longeva siempre que nada acabe con ella, claro. Como de casi todos los bosques, su mayor enemigo es el ser humano, desde las talas para otros usos de la tierra, véase agricultura, ganadería, construcción, hasta los incendios provocados y no provocados...

Las encinas, esos majestuosos árboles, tardan cientos de años en crecer, su crecimiento es muy lento, por eso su madera es tan dura y resistente. Cuando un bosque de encinas se quema se pierde un tesoro prácticamente irrecuperable. Cuantas zonas de este país han sido repobladas con pino, de crecimiento mucho más rápido y, dicho sea de paso, más fácil de explotar. Y no digamos ya de otras especies como el eucalipto, por ejemplo.



Como la naturaleza es sabia y el fruto de la encina es la bellota ¿os imagináis que animal ronda por los encinares? Así es, el jabalí. Así que rondando mi pequeño paraíso suele haber unos cuantos de estos animalillos en los alrededores. Cuando caen las bellotas a finales del otoño y principios del invierno, ahí están ellos hociqueando en su busca.

La encina suele ir acompañada de monte bajo mediterráneo, cantuesos, retamas y las jaras que crecen a su sombra, floreciendo en primavera y dando la impresión de que las praderas están nevadas. Es un espectáculo digno de verse, de verdad.

Bueno, dicho esto, en mi jardín crecen cinco encinas, dos de ellas de un tamaño y frondosidad considerables. Las encinas no requieren ningún cuidado, son una especie silvestre que toma el agua de la tierra, que en mi zona es arcillosa, y como son muy altas, atrapan toda la luz del sol. Lo complicado es plantar otras especies en su base, no crece prácticamente nada bajo sus copas.



Evidentemente, las encinas de mi jardín no son cultivadas sino que se conservaron cuando se construyó la casa y por eso he empezado por ellas, estaban ahí antes de que nosotros llegáramos y ahí siguen dando sombra, alegría y trabajo, porque aunque no necesitan cuidados sí hay que recoger las hojas cuando caen, las bellotas para dárselas a los marranitos...

Nos vemos.

martes, 9 de febrero de 2016

En las tablas: "El Rey"

Bueno, debo decir que quién vaya a ver esta joya teatral al "Teatro del Barrio" sabe a lo que va y no va a salir defraudado.

"El Rey" es una crónica, que se desarrolla desde los años 40 hasta el presente, sin seguir un continuo temporal, sino que va saltando de un momento a otro en función de las necesidades del guión preparado por Alberto San Juan, su creador.



Con dosis de humor retrata la figura de Juan Carlos I, desde su infancia hasta su abdicación, de una forma crítica y, a mi entender, veraz, deteniéndose en aquellos momentos que han sido considerados significativos por su director.

La interpretación que corre a cargo del propio San Juan, de un fabuloso Luis Bermejo, en el papel de Rey, y de Willy Toledo, no deja a nadie indiferente, habiendo momentos en los que alcanza la más absoluta genialidad. Tanto San Juan como Toledo, se reparten la interpretación de diferentes personajes, desde Carrero Blanco, Francisco Franco, hasta Salvador Puig Antich... Todas y cada una de ellas estupendamente trabajadas.

Hora y media de puro teatro que, la verdad, se hace corta porque todos los que estábamos en la platea hubiéramos disfrutado de hora y media más si nos lo hubieran permitido.

En definitiva, un trabajo redondo que no importa ver más de una vez.

Nos vemos.

La butaca: "Los odiosos ocho"

Como ya os adelanté, en este 2016 estoy yendo al cine siempre que puedo y, claro, habiendo una película de Tarantino en cartelera había que ir a verla. No es que haya visto todas las películas de este director pero sí la gran mayoría, aunque hay en mi historial una falta injustificable, "Django desencadenado", que enmendaré en breve, lo prometo.

La cuestión es que reconozco que Tarantino me gusta y, ojo, odio la violencia y practico yoga... Os preguntaréis, entonces, ¿qué es lo que pasa por mi cabeza? Pues bien, creo que la violencia de Tarantino es una cuestión artística y para nada gratuita y que busca, precisamente, el rechazo a la violencia misma. No se trata de películas de acción en las que la sangre lo enturbia todo, sino pequeños, o grandes, homenajes al cine de todos los tiempos en los que la violencia se une a una riquísima paleta de imágenes perfectamente encadenadas que conforman un todo redondo y, casi, perfecto.

Esto es para mí Tarantino, debo decirlo. Escuché a Carlos Boyero en la cadena Ser hace unos días, un miércoles por la tarde de vuelta del trabajo, hablando de la película y hacía referencia a los primeros 20' de metraje como algo digno de verse. Coincido plenamente con él... Esas secuencias de los caballos galopando en la nieve son magistrales, cómo va presentando a los personajes que serán los protagonistas de la historia...

Es cierto que la película, que es larga, se desarrolla de una forma lenta y pausada en sus dos terceras partes para desembocar en un último tercio en el que la acción es la protagonista convenientemente aderezada de humor, ese humor "tarantiniano"... Y, para sus detractores, puede que se convierta en lenta y aburrida. Personalmente no coincido, creo que se trata más bien de un ejercicio cinematográfico que va desarrollándose de forma lenta pero genialmente realizada.



Los odiosos ocho es una película coral en la que una serie de personas quedan atrapadas por una tormenta en "La mercería de Minnie" (nunca me gustaría encontrarme en un lugar así en semejante compañía) y es aquí donde se desarrolla toda la acción. Durante las dos horas largas de película cada uno de los protagonistas va desmadejando su personaje, dejando vernos quién es y por qué está en ese lugar concreto. Y como vamos viendo según avanza el film muy pocos son lo que parecen y ahí radica la historia de "Los odiosos ocho", como si de una novela de Agatha Christie se tratase.

Entre los intérpretes Samuel L. Jackson, Kurt Russel y Jennifer Jason Leigh, por cierto, nominada al Oscar como mejor actriz de reparto por su trabajo en "The hateful eight", Walton Goggins, Tim Roth, Michael Madsen y Channing Tatum. Algunos de ellos han trabajado con Tarantino en varias ocasiones y, como Samuel L. Jackson, pueden considerarse actores fetiche del director. Todos ellos sobresalen por su interpretación aunque para mí Samuel L. Jackson y Walton Goggins se llevan la palma.

También merece especial mención la fotografíanominada a los Oscar, que ha corrido a cargo de Robert Richardson uno de los maestros en lo suyo. Así, cada plano, cada encuadre encajan a la perfección dentro de ese ejercicio casi perfecto que es "Los odiosos ocho" propiciando que se transmita toda la fuerza de los diálogos, la banda sonora y la interpretación en general, con cada secuencia.

En cuanto a la música, el maestro Morricone hace, como siempre, un ejercicio de virtuosismo que se imbrica de forma perfecta con el engranaje de Tarantino. No sé si será su mejor banda sonora, pero seguro que es la mejor para "Los odiosos ocho".

Hasta pronto.

lunes, 8 de febrero de 2016

Mi pequeño paraíso: "Introducción"

Por aquí de nuevo y como lo prometido es deuda y os dije que este blog iba a ser variadito, hoy os voy a hablar de jardinería, por cambiar de tercio.

Desde hace años vivo en una casa en el campo y mi humilde vivienda cuenta con unos metros de terreno en los que viven apaciblemente, siempre que el clima cada vez más adverso lo permite, distintas especies de árboles, arbustos, plantas y flores.

Hace un tiempo decidí hacer un cuaderno, como una especie de inventario, en el que incluir todo aquello que he ido plantando a lo largo de los años, con sus características, necesidades y especificaciones…

Como las personas, cada árbol o arbusto, cada flor, tiene unas necesidades específicas, en este caso, de luz, agua, suelo, etc. y si pretendemos tratar a todos ellos de una forma homogénea acabaremos fracasando en nuestro empeño y sintiéndonos enormemente frustradas.

Debo decir que el ensayo-error suele ser el pan nuestro de cada día cuando decidimos crear nuestro propio jardín y esto es porque, aunque seleccionemos previamente todo aquello que queremos plantar, siempre hay sorpresas.

Mi jardín, además, ha sufrido cambios estructurales derivados de modificaciones realizadas en los espacios de la parcela. Previamente había establecido un jardín que se basaba fundamentalmente en el césped que, siendo bonito y agradable, teniendo en cuenta nuestro clima no me parece la opción más recomendable, ni desde el punto de vista ecológico ni desde el punto de vista económico.

Esta premisa, principio o como se le quiera llamar, me ha llevado a ir reduciendo de manera sistemática los metros cuadrados de césped y, por supuesto, me ha obligado a idear formas de cubrir los espacios y a plantar diferentes especies que conformaran un entorno armónico, agradable y más sostenible. Aquí tenéis una muestra.


Ni que decir tiene que, a día de hoy, el jardín sigue en proceso de construcción, aunque cada vez queda menos y ya se ve en el horizonte su finalización en lo que a estructura se refiere. Después quedará lo que siempre queda, su mantenimiento que también conlleva una considerable cantidad de trabajo.

Lo bueno de ese trabajo, por lo menos para mí, es que aunque resulte duro es muy, muy gratificante. El hecho de plantar y ver crecer es realmente hermoso y agradecido. Cuando en un día soleado sales por la mañana y te dedicas a pasear viendo como evolucionan todos esos árboles, esas plantas, como florecen y se agostan esperando un nuevo florecimiento es una experiencia maravillosa. Realmente, en ese aspecto me considero una privilegiada.

Pues bien, poco a poco iré desgranando en estas entradas información sobre las diferentes especies que he ido instalando lo más cómodamente en este pequeño trocito de paraíso que es mi jardín. Espero que os guste...

Hasta pronto.


La butaca: "El puente de los espías"

Una de las primeras películas que vi este año fue "El puente de los espías" que, a priori, no es de las que yo elegiría, ni su actor protagonista ni su director son de los que me llaman la atención. Lo sé, lo sé, estamos hablando de Tom Hanks y Steven Spielberg, pero ¿qué le vamos a hacer? no son de mis favoritos. Pero, como tantas otras veces, la historia que narraba la película me llamaba mucho la atención, además, está basada en una historia real...

Así que una tarde, no muy fría debo decir, nos embarcamos en la aventura de acercarnos al cine a ver la película (ir al cine es siempre una aventura, como sabéis). Y lo cierto es que mereció la pena y mucho.

Para empezar, toda la película está rodada con esa patina de tiempo que ya, de entrada, te acuna para que entres en su hilo narrativo y no lo abandones hasta que aparecen los créditos finales.



La historia que no es ni más ni menos que la vida de un hombre íntegro o, más bien dos, deja en evidencia muchas, muchísimas cosas. No quiero contaros nada que pueda destriparos la historia, pero ya os digo que, a pesar de ser una película norteamericana centrada en los años de la Guerra Fría, los Estados Unidos no salen muy bien parados, desde el sistema educativo a la administración de justicia.

Cierto que también la URSS queda en evidencia, como no podía ser de otra forma, y que precisamente donde la una queda en evidencia los otros se van de rositas, pero en general la historia está bastante equilibrada. Quiero decir que, si analizamos detenidamente sus contenidos no se puede calificar de partidista o, por lo menos, esa es mi impresión.

Me parece, pues, que el guión escrito por Matt Charman y los hermanos Coen brilla de forma genuina y, seguramente, aporta a la dirección de Spielberg el marchamo de calidad que envuelve la película.

Creo, también, que en esta película la interpretación es uno de los puntos fuertes. En primer lugar, me parece importante destacar que Tom Hanks me convence, lo que no es habitual, siempre me ha parecido un actor versátil pero un poco blando, no de mi estilo. Y, desde luego, merece una especial mención el personaje interpretado por Mark Rylance, auténtico secundario de lujo que aporta no solo credibilidad al propio Hanks, sino autenticidad a toda la historia.

La película ha sido nominada a un montón de premios y para los Oscar, que están ahí a la vuelta de la esquina, tiene cuatro nominaciones. Por supuesto, para el actor secundario que, como os he dicho, me impresionó bastante, también a mejor película, eso veremos, al mejor guión original, la verdad es que me pareció brillante, y, por último, a la mejor BSO. Personalmente, el trabajo realizado por Thomas Newman me pareció solvente pero hay mucha competencia y buena... Habrá que esperar resultados.

Lo cierto es que yo salí del cine con una enorme sonrisa en los labios y con muchas ganas de volver. Es en esos momentos cuando me doy cuenta de lo mucho que me aporta el cine... Me encanta esa sensación y siempre alabo las películas que la producen.

Nos vemos pronto.

domingo, 7 de febrero de 2016

La butaca: "La novia"

Ayer, sábado, volví al cine con alguien muy especial. Compañera de adolescencia, de juventud, de madurez… Con ella he hecho casi de todo… La vida y las circunstancias nos tienen ahora más alejadas pero, la verdad, es que sigue siendo una de las personas más importantes de mi vida. 

Con ella he compartido muchas tardes de cine, de ese cine que no llena salas pero sí te alimenta el alma y te llena el corazón... Y, como si de conjunción kármica se tratase, elegimos ir a ver “La novia”, película que sorprende, atrapa, embelesa y traslada a un mundo árido y ardiente del que nunca regresas como fuiste.


Creo que para describir esta película de Paula Ortiz la primera palabra que me viene a la cabeza es “poesía”, porque “La novia” es poesía hecha cine. La adaptación de “Bodas de sangre” de Federico García Lorca, podía haberse abordado de muchas formas diferentes pero Paula Ortiz ha elegido la opción difícil, se ha acercado al texto, al original, ha sabido captar la profundidad de la obra y nos ha regalado una auténtica obra maestra, que pone la carne de gallina y te oprime el corazón hasta dejarlo casi sin latido.

A ello hay que añadir la interpretación de Inma Cuesta que es, sencillamente, espectacular. Esta mujer se sale en el papel de “novia” y Álex García le da el contrapunto perfecto en el papel de Leonardo. El sentimiento desborda las palabras hasta el punto, única pega que le he encontrado, que en algunos momentos no se entiende a los actores o, por lo menos, a mí me ha pasado eso.

Para darle aún más valor se unen la banda sonora, a cargo de Shigeru Umebayashi, y la fotografía de Migue Amoedo, premiada con un Goya, que hilvanan cada secuencia, cada momento con maestría. Una se queda atrapada en esas imágenes de un desierto que te bebe la vida, tal como dice la propia protagonista, ese mundo árido acaba contigo, te agosta.

Esta mujer, Paula Ortiz, tal vez no haya hecho la película perfecta, misión tan difícil, pero ha realizado una pequeña obra de arte que se convierte en un acertado homenaje a uno de nuestros poetas más internacionales, Federico García Lorca.

Para mí, preciosa, de verdad.


Nos vemos.

viernes, 5 de febrero de 2016

Noches musicales: "Whisky Barato"

No es lo que hago habitualmente pero, de vez cuando, me descuelgo a ver algo de música en vivo. Eso fue lo que hice el día 30 de enero, noche de sábado en la que en la sala We Rock, de Madrid, tocaban los "Whisky Barato", esos genios que desgranan el repertorio de "Fito & Fitipaldis" con una virtuosidad digna del maestro.



De entrada el evento ya prometía, como siempre, pero la verdad es que nos deleitaron con más de dos horas de buen rock&roll que hicieron las delicias de los que allí estábamos, con un sonido espectacular digno de agradecer.

Hubo veces en las que se oían más las voces de las personas que estaban al lado, cantando a grito pelado, que al propio Sergio, voz de este grupo.

Debo reconocer que no conozco en profundidad el repertorio, pero no faltaron esas canciones típicas que todos hemos tarareado alguna vez, como "soldadito marinero", "por la boca vive el pez" o "la casa por el tejado" y ¿cómo no? "whisky barato" que, para eso, da nombre al grupo.

Así que sí, disfrutamos de lo lindo con estos compañeros de viaje y, como siempre, en buena compañía porque nos unen los años de infancia. Deseando estoy el próximo encuentro.

Pronto nos vemos.

La butaca: "Palmeras en la nieve"

Comencé 2016 sin hacerme propósitos, ni promesas que cumplir para el año. Siempre me ha parecido un poco ridículo eso de que cuando comienza el año hay que proponerse lograr determinadas metas. Lo cierto es que soy más de empezar las cosas en septiembre, como cuando estudiaba, entre otras cosas porque, aún hoy, en los meses de verano se paralizan bastantes actividades.

En cualquier caso, creo que los propósitos hay que tomarlos en el momento en que estamos preparados para ellos y, simplemente, empezar.

Aún así, es cierto que desde que comenzó el año he retomado una feliz costumbre que tenía aparcada hace bastante tiempo, más que nada por comodidad y distancia. Y diréis ¿qué costumbre es esa? pues, una muy sencilla y gratificante: estoy yendo al cine todas las semanas, o casi...

Y a eso vamos... Mi primera película en 2016 fue "Palmeras en la nieve" ¿por qué? Bueno, creo que principalmente porque se había generado mucha expectación con eso de que era la "superproducción" de los últimos años, tenía un protagonista guapo que, además, era la pareja de una de las protagonistas, trabajaba Emilio Gutiérrez Caba... Bueno, podría seguir diciendo qué cosas rodeaban a la película que invitaban a verla pero seguramente no terminaría.

La cuestión es que decidí acercarme al cine una tarde y disfrutar de esas casi tres horas de película en un pantallón enorme.

Y bien, debo decir que larga no se me hizo, importante teniendo en cuenta la duración del film. Ahora, esperaba una película de pañuelo y moquera y la verdad es que no derramé una lágrima.


Veréis, no soy una gran entendida en cine, aunque es cierto que he visto mucho, pero generalmente clasifico las películas en dos grandes grupos, por un lado, aquellas que consiguen que me meta dentro de ellas y las viva como si yo fuera la protagonista, por otro, las que veo desde fuera, en la distancia. Para mi sorpresa "Palmeras" fue de estas últimas y eso era precisamente lo que no me esperaba. Sabía que era más que nada un producto comercial destinado a llenar cines, cosa que, por cierto, está consiguiendo y de lo que me alegro profundamente, pero también pensaba que mi corazoncito iba a verse tocado por el drama de la película... y no, mi corazón quedó intacto.

Así que, desde ese punto de vista, la película se me quedó muy corta y me decepcionó. Por otro lado, reconozco que estéticamente es un producto muy bello, que los efectos visuales son impresionantes, que realmente te sientes en Fernando Poo y para nada piensas que se rodó entre pantallas verdes y azules. La música también acompaña magistralmente las escenas y algunas interpretaciones, como la de Berta Vázquez, sobresalen especialmente.

En conclusión, me fui a casa un poco como llegué al cine, con un sabor agridulce en la boca, aunque contenta por el hecho de haber estado sentada en la butaca durante casi tres horas... El cine crea adicción, por lo menos a mí, y me alegra que no tenga contraindicaciones médicas.

Hasta la próxima.


jueves, 4 de febrero de 2016

LA PRIMERA ENTRADA...

Ya sé que esto de los blogs es algo ya antiguo pero para mí es una nueva experiencia. Nunca había escrito antes en uno, ni había aportado nada para ninguno, así que hoy me estreno...

No tengo aún muy definido que es lo que os voy a contar a través de estas entradas, pero lo que puedo asegurar es que será muy variado. Mi cabeza es inquieta, va de allá para acá y mis inquietudes la acompañan. Así que, como os indicaba arriba, podéis encontrar de todo aquí dentro. Este blog va a ser un pequeño cajón de sastre... Supongo que con el tiempo evolucionará y, a lo mejor, algún día me centro y solo escribo de algo en concreto. Por ahora, de todo y para todas y todos, espero.

Solo me resta daros la bienvenida a esta pequeña parte de mi mundo que puede ser también vuestra, si queréis.

Nos vemos pronto.