miércoles, 18 de mayo de 2016

Mi pequeño paraíso: "Euphorbia lathyris o hierba topera"

Veréis, cuando una vive en un medio natural, quiero decir en mitad del campo, las plagas son algo habitual en el jardín con lo que hay que convivir. Lo malo es cuando estas plagas se convierten en algo incompatible con el desarrollo de nuestras plantas.

En mi caso, lucho con estas plagas como puedo, intentando ser lo más respetuosa posible con el medio natural. Ahora bien, debo decir que mi batalla más dura fue la que tuve que librar contra los topillos hace un par de años. En aquella ocasión conseguí librarme de ellos, pero ahora han vuelto a aparecer.

Entre los medios más recomendables y más ecológicos para expulsar a los topillos de nuestros jardines hay dos que, generalmente, y dependiendo de las circunstancias suelen funcionar.

El primero de ellos consiste en un aparato que emite un pitido de forma periódica y que, al aparecer, los incomoda lo suficiente para que se marchen a otro lado. El problema radica en que cuando se acostumbran al sonido, este medio deja de ser eficaz.

El segundo sistema lo encontramos en la naturaleza y es una planta que, al parecer, y digo esto porque es cierto que durante los dos años que la tuve en mi jardín los topillos no aparecieron, los obliga a marcharse ya que no les gusta el olor de sus raíces, tóxicas por otra parte. Esta planta es la “Euphorbia lathyris” o “hierba topera”. El problema es que es muy difícil de conseguir y, en mi caso, imposible de reproducir aunque parece que no es complicado.

Ahora, después de dos años, me encuentro buscándola para plantarla en varios sitios si es posible, después de haber instalado de nuevo mi aparato de sonidos.

Cuando estos métodos no funcionan, nos vemos obligados a recurrir a otros no tan ecológicos y algo más extremos, pero eso lo dejo a vuestra imaginación y conciencia.

Ya os contaré si logro resultados esta vez.

Nos vemos pronto.

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