viernes, 26 de febrero de 2016

Mi pequeño paraíso: "Nandina"

Bueno, hoy os voy a hablar de un arbusto que me encanta, la “Nandina doméstica” o “Bambú sagrado”, como también se le conoce.

Este arbusto procede de China y Japón, de ahí su nombre y también su aparencia, de hojas verdes y ligeras que se vuelven rojizas en el otoño y nos recuerdan poderosamente al bambú. La nandina pertenece a la familia de las “Berberidaceae” y, como la abelia, es perennifolia o semiperennifolia, de porte no muy grande, no suele superar los dos metros de alto y el metro de envergadura. Además, para añadir encanto presenta unas florecillas blancas y de pequeño tamaño que dan paso, en el otoño, a unas llamativas bayas rojas que permanecen en el arbusto hasta la primavera. Como suponéis es, por tanto, un arbusto muy decorativo.
 
En cuanto a su cultivo puede realizarse en tierra y en maceta y es resistente a las heladas, si no son muy rigurosas. No le gusta demasiado el sol, con lo que deberemos buscar una ubicación de semisombra o sombra, si vivimos en zonas calurosas, para que se desarrolle en todo su esplendor. En relación con la poda, debo decir que este arbusto no precisa de ella, su crecimiento es lento y se desarrolla de forma arbustiva desde la base dando un aspecto algo desaliñado pero muy bello, aunque si queremos controlar un poco su forma una ligera poda a finales del invierno sería lo indicado.

Hablando de suelo, la nandina lo prefiere fértil y suelto, bien drenado. En mi caso, teniendo en cuenta la zona en la que vivo, he tenido que adaptar un poco el suelo y tener un cuidado especial hasta que he conseguido que agarre como es debido y empiece a desarrollarse. En estos momentos, mi nandina goza de una excelente salud y aparece radiante.

Debéis tener en cuenta, también, que cuando queráis ir a comprar vuestro arbusto os parecerá un poco caro, esto es debido a que el crecimiento de la nandina es bastante lento y conseguir un ejemplar para venta es un proceso de años. Así que, ya sabéis, deberéis tener paciencia y darle tiempo para que se desarrolle, os aseguro que vale la pena.

Otra particularidad de la nandina que es, además, una ventaja es que resulta bastante resistente a las plagas.

En general, debemos decir que el cultivo de la nandina es sencillo, siempre y cuando respetemos sus necesidades claro, y que nos veremos recompensados con creces cuando se desarrolle en nuestro jardín o terraza.

Nos vemos.

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